Siempre he sido una persona que mira a su alrededor y se agarra a lo que su entorno le da. Es una cuestión de comodidad quizás o es posible que sea tan solo una manera de escurrir la mente y optimizar recursos viables, no sé.
Lo cierto es que WOODBRASS, como todas las marcas, aprovechan cualquier slogan comercial para llevarlo a su terreno y de alguna manear convertir su producto en algo necesario. Este fue el caso de la famosa “VUELTA AL COLE”. Era primeros de septiembre de hace unos años, quizás sean 5, y ante la frase mágica de “Serías capaz de crear un concepto de la vuelta al cole con Woodbrass” no me pude resistir.
Ese es el momento en que piensas… si soy maestro, trabajo en un colegio, tengo una guitarra exclusiva de Woodbrass, en concreto una Lag y un hijo que puede dar esa imagen de rockero solo necesito pensar cómo y de qué manera, porque el quién y el donde lo tenía al alcance de mi mano.
3 fotos superpuestas, una clase de infantil, tres maestros echando letras por los aires, un conserje haciendo un poco de viento y mi hijo haciendo lo que nunca me atreví a hacer a su edad. Al final salió esa imagen llena de fuerza, donde unes lo prohibido con la rebeldía, lo atípico con lo natural y por qué no, lo que muchos de nosotros hubiésemos deseado hacer a su edad.
Aún hoy sigo pensando en esa imagen, sigo pensando la fuerza que tiene estar ahí arriba y sigo de vez en cuando subiéndome a las mesas de mis alumnos guitarra en mano para hacerles sonreír, para explicarles en modo trobador que es un articulo, un verbo o simplemente una rima de canción.